de Piertoni Russo.
José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del gobierno, aprovechó la presentación del libro Democracia Federal. Apuntes sobre España, del exministro de justicia Francisco Caamaño para comentar la situación actual del debate sobre Cataluña.
El expresidente quiso detenerse brevemente sobre este tema delicado, subrayando como se tendría que hacer una reivindicación de la política que vuelva a dar fuerza y valor a la democracia.
Zapatero consideró importante aclarar que el federalismo solo es una técnica a servicio de la democracia, que tiene la fuerza de enriquecerla. El federalismo en si mismo – siguió el expresidente – es un concepto muy abstracto que no puede ser solucionado convocando una consulta y eligiendo simplemente entre un sí o un no.
Durante su intervención, el político hizo tres consideraciones sobre el federalismo y Cataluña:
Primero: No hay una democracia que haya conocido una secesión territorial. En ningún país del mundo hay un estado que haya vivido una secesión salvando sus los valores democráticos.
Segundo: Solo Canadá y Reino Unido han tenido referéndum y – según Zapatero – estos eventos no se repetirán en el futuro en otros países. El expresidente cree que las experiencias de estas consultas nos llevan a concluir que una pregunta abstracta sin un texto que la acompañe no tiene sentido y comporta una serie de muchos otros interrogantes que no tienen respuesta. En el caso de Cataluña – por ejemplo- no se sabría qué moneda utilizar, como tampoco qué Constitución o si se estaría en la Unión Europea o no. Solo son unos de los temas que emergen de este debate y que no tienen respuesta. Zapatero continuó diciendo que en una consulta se pone un programa máximo encima de una mesa, pero en la situación actual, con una consulta fuera de la legalidad, el mérito más grande de un gobernante sería la capacidad de saber renunciar. Renunciando a un programa máximo y sabiendo tener paciencia, se puede llegar a conseguir una victoria política en el futuro. Sin renuncia, no hay victoria política.
Tercero: En un terreno del posible, lo único que puede pasar, dándole tiempo, es una reforma singular de la Constitución, para que Cataluña recupere lo que perdió en la sentencia del Tribunal Constitucional de 2010 cuando se anularon 14 artículos del Estatut de Cataluña.
Zapatero concluyó afirmando que la política tiene que solucionar este problema de modo que el pueblo catalán pueda recuperar lo que decidió expresamente con el referéndum de 1979. Para esta vía de recuperación, falta tiempo, paciencia y ser claros.