de Piertoni Russo.
El pasado 14 de junio, el movimiento político Podemos – fundado hace pocos meses por Pablo Manuel Iglesias Turrión, profesor de Ciencias Póliticas de Madrid – organizó un encuentro ciudadano en la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid, para compartir y aclarar ideas y para desarrollar un programa político bien definido en vista de la primera Asamblea Ciudadana de Podemos, que se hará en octubre.
El pasado 25-M, en las elecciones para el parlamento europeo, el movimiento recibió 1.245.948 votos y logró 5 escaños en el parlamento de Bruselas. Un éxito inesperado para un movimiento nuevo, que ahora necesita organizarse rápidamente para poder ser capaz de representar a sus electores en este nuevo camino político. Los días 12 y 13 de junio se hicieron unas votaciones en la página web de Podemos, donde todos los ciudadanos mayores de 16 años tuvieron la posibilidad de votar al equipo de trabajo que se hará cargo de organizar la Asamblea Ciudadana del próximo octubre. Casi 56.000 personas participaron en las votaciones que proclamaron ganador al equipo de Pablo Iglesias y Luis Alegre.
Al día siguiente, el mismo Iglesias, junto a Juan Carlos Monedero, Iñigo Errejón y todo el equipo de Podemos, dio la bienvenida a las cientos de personas que acudieron al encuentro ciudadano de Madrid. Un día entero en el que todos los presentes participaron activamente en los diferentes talleres de la mañana (talleres de redes sociales, de orientación legal y financiación para círculos, de nuevas formas de participación, y de argumentarios sobre las propuestas económicas del programa), y en las tres asambleas de extensión, de preparación para la asambleas ciudadana y de formulación de propuestas metodológicas, que se hicieron por la tarde. Un éxito participativo para un encuentro entre personas de diferentes edades y estratos sociales, que tuvieron la posibilidad de hacer algo que solo raramente ocurre en la política moderna: participar activamente en el debate que lleva a la planificación de un programa político.
La participación activa de los ciudadanos ha sido seguramente el éxito principal de Podemos, un movimiento en que pocas semanas ha visto nacer unos 400 círculos por toda España, y que ve siempre más gente acercarse a este movimiento. Los desilusionados de las grandes coaliciones políticas de siempre, de la política que no escucha a la voz del pueblo, están ahora dispuestos a creer en Podemos para poder “soñar“ un cambio en positivo en la situación política, económica y social de Europa y, en concreto, de España.
Un movimiento que, a la vez, está mal visto por los principales partidos de gobierno, sean de derecha o de izquierda. La casta – así la llaman los de Podemos – está preocupada. Un ulterior éxito electoral en las elecciones nacionales o administrativas del próximo año, podría cambiar radicalmente el cuadro político de España.
Muchos partidos políticos y , según los portavoces de Podemos, buena parte de la prensa nacional, están esperando al más pequeño desliz por parte del movimiento, para aprovecharlo y echar fango a la organización del partido.
Durante una entrevista con la prensa, Juan Carlos Monedero recuerda que el debate abierto es un ejemplo de democracia y trasparencia, y está convencido de que se pueda llegar a un programa común entre los ciudadanos y todos los miembros del movimiento, aunque el trabajo que les espera sea evidentemente duro y complejo. Pero, subraya que el debate y las diferencias son la base de la democracia y no, como quieren convencer los opositores, una señal de debilidad. Monedero hace el ejemplo de la familia que a la hora de la comida se junta para hablar sobre varios temas y discute. Durante esta discusión se puede estar en desacuerdo, pero, finalmente, la familia sigue conviviendo. El activista de Podemos concluye que el movimiento está creando una nueva forma de hacer política, que pasando por un duro trabajo debe ahora conseguir organizar un equipo de trabajo que recurra a toda España, para encontrar los círculos y escuchar la voz de la gente, de modo que se puedan organizar las “ilusiones” de los ciudadanos y reconducirlas a la asamblea de este otoño.