Bordalo II: Las grandes corporaciones, para proteger sus intereses, pueden llegar a destruir nuestros recursos naturales y aumentar la desigualdad.

de Piertoni Russo.

Bordalo II es un artista urbano portugués conocido por su impresionantes obras que reutilizan materiales reciclados, para sensibilizar sobre la sostenibilidad ambiental y para criticar al consumismo

¿Qué te inspiró a trabajar específicamente con materiales reciclados?   

Mientras trabajaba en mis primeras obras de arte me di cuenta de cuanto desperdicio mi propio trabajo estaba creando. Así que cuando sentí la necesidad de añadir algunos elementos más a mis pinturas, miré alrededor y vi el potencial en ese desperdicio. Esas fueron las primeras cosas que integré en mi arte. A partir de ahí me di cuenta de que la mayoría de las cosas que se van a desperdiciar pueden tener una segunda vida. Me he inspirado en esa idea desde entonces.  

¿Dónde encuentras los materiales que utilizas en tus obras?   

Hoy en día tenemos socios que me ayudan a encontrar todos los materiales que utilizo. Son muy diversos, y los necesitamos en cantidades considerables. Nos asociamos con centros de reciclaje, gestión de residuos del ayuntamiento, empresas privadas y muchos otros que simplemente vienen a nosotros ofreciendo su preciosa basura. 

¿Cuál es el mensaje principal que esperas transmitir a través de tu arte?   

Tres mensajes principales, diría yo, que se expresan de diferentes maneras, dependiendo de la serie de obras en las que estoy trabajando en ese momento.  

La primera es que consumimos demasiado, compramos demasiadas cosas que realmente no necesitamos, y es urgente repensar nuestra relación con esta explotación constante de recursos.  

La segunda (y está relacionada con la primera) es que debemos ser responsables de mitigar el impacto negativo que tenemos en el planeta. Tenemos que proteger a todas las demás especies de las consecuencias de nuestras acciones.  

El tercero es que las cosas pueden existir con diferentes propósitos. La “basura» puede ser reutilizada. Una cosa puede ser útil para crear algo diferente a lo que era su propósito inicial. Yo decidí transformarla en arte, pero hay muchas otras maneras. 

¿Por qué decidiste centrarte en crear obras de arte que representan animales?   

Ellos fueron mi inspiración, y quería usar estos animales para recordar a la gente que compartimos la Tierra con otras especies, y que nuestras acciones ponen en peligro su propia existencia. Quería usar animales con los que la gente se pudiera relacionar, esperando que el mensaje fuera más fácil de transmitir.  

¿Cómo crees que el Arte Urbano puede influir en la conciencia ambiental?   

El arte urbano es de alguna manera más democrático, llega a un grupo más amplio de personas, pertenece a las calles y por tanto pertenece a todos. Usar las calles como vehículo para comunicar algo a través del arte, amplifica el mensaje y con suerte hará que la gente piense en lo que está viendo.     

Todo el mundo sabe que estamos destruyendo nuestro planeta, pero los gobiernos no hacen un esfuerzo real para salvarlo.  ¿Cómo explicas esta falta de compromiso y responsabilidad?   

El dinero es lo que manda. Las grandes corporaciones tienen dinero y su única motivación es la ganancia. Harán lo que sea necesario para proteger sus intereses, y eso incluye destruir nuestros recursos naturales y aumentar la desigualdad. Todo el que se opone a ellos es un radical. La verdad es que son los radicales, ignorando aún todos los suspiros y la ciencia que corrobora el hecho de que vivir así no es sostenible. Que el beneficio no puede venir a cualquier costo. Hay algunas excepciones, pero no es suficiente.  

Tienes tu estudio en Lisboa, una de las ciudades europeas donde realmente podemos encontrar mucho arte callejero.  ¿Cómo se ha desarrollado en esta ciudad un entorno artístico tan poderoso?   

Como en muchas otras ciudades, a veces el camino del artista por las instituciones puede ser difícil de navegar y la calle se convierte en una enorme galería donde la gente puede mostrar su arte. Además, tuvimos una dictadura hasta hace 50 años y el arte callejero es una expresión de libertad y democracia. Fue un movimiento orgánico que siguió una tendencia a la libre expresión. 

Algunos artistas urbanos han dejado atrás el activismo. En cambio, tú sigues siendo muy activo e involucrado en temas de actualidad: antifascismo, Palestina, Putin, la necesidad de empatizar, críticas a las corridas de toros, a la Iglesia.  ¿Qué piensas de lo que está sucediendo en el mundo?   

Creo que más que nunca los artistas deben usar sus voces para luchar contra esta ola fascista que se está extendiendo por todo el mundo. Debemos utilizar nuestras plataformas para aumentar la conciencia de las injusticias. En el momento actual, mi serie de trabajos Provocatives, del que usted ha mencionado algunos ejemplos, es algo que realmente me motiva y requiere mucho tiempo y dedicación. Ahora es el momento de actuar.  

¿Qué es lo que más te cuesta aceptar en nuestra sociedad?   

La injusticia. Eso puede venir en muchas formas diferentes – racismo, misoginia, xenofobia, homofobia…  

Si Bordalo II, por alguna razón, tuviera que dejar de crear animales, ¿qué representaría?   

En la serie de obras que menciono en la respuesta anterior, represento muchos otros elementos y formas, utilizando diferentes materiales y formas de comunicación. Tal vez ese sería el camino a seguir. Pero todavía me encanta hacer mis animales, por ahora.  

Los oídos de Netanyahu, la boca de Biden, el pelo de Trump, las mejillas de Putin. Con estos elementos reciclados, ¿qué animal crearías?  

 Crearía un monstruo de dos cabezas!