Trueba: el set de rodaje debe convertirse en un ambiente de diversión

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de PIERTONI RUSSO.

El director de cine, guionista y productor, Fernando Trueba, participó en un encuentro con el público en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, y detalló la metodología de su trabajo y el proceso de creación de sus películas.

Os resumimos los contenidos más significativos de su conferencia:

“No soy un general cuando dirijo, siempre he sido un antimilitarista. Me gusta convertir mis rodajes en algo armónico. Evidentemente, hay una disciplina y unas normas, pero intento que el rodaje se convierta en una cena de amigos. Siempre indago para ver si las personas que están participando en el proyecto están a gusto o son críticos respecto a algo. Es importante trabajar en un entorno de diversión. El ambiente donde se roda la película no debe tener nada a que ver con el género de la misma. Se puede rodar un drama en una clima de diversión. Quizás, el ambiente mejor para relajarse es rodando una tragedia. No es que para que una obra sea llena de dolor, hay que hospitalizar al actor.

No soy una de estas personas que cuando tienen una idea se sientan a trabajar el día siguiente. Yo antes empiezo a contarla a los amigos más veces, como si estuviera haciendo una reescritura. Evidentemente este es un proceso que necesita mucho tiempo, para que el proyecto crezca. Es como un jardín donde las plantas y las flores crecen de forma natural, a lo largo de los años. Hay ideas que crecen y otras que mueren, que se quedan estancadas y que finalmente tengo que abandonar. Todo esto es un proceso lento.

También el proceso de creación de los personajes es complicado. Hay personajes que nacen para ser interpretados por determinados actores que, finalmente, no acaban haciendo la película.

Otro proceso complicado es la elección de la música. A veces, el músico no coincide con mis opiniones y tengo que explicarle bien cómo veo las cosas, y cómo he planteado la escena, para que la entienda.

Todo este proceso de creación finalmente tiene que pasar por un montaje, por una mezcla que llevará a la versión definitiva de la película.

Hay que habituarse a todos los elementos de este proceso, y la música es como el sombrero que uno selaturca-trueba pone en cuanto acabe de vestirse, la última pieza. Sin la música la película está incompleta.

Muchas veces, me pregunto cómo serían determinadas películas sin la música.

Siempre he tenido un gran amor por la música y ha ido aumentando a lo largo de los años. Colecciono música y he tenido la oportunidad de trabajar con autores que siempre me han gustado y nunca me han decepcionado.

El cine –para mí- forma parte de la magia. Cuando una película te lleva a otra época, creo que es una de las grandes riquezas del cine. Tienes la sensación de haber vivido en esta época.

Una película te puede dar en dos horas una información acerca de una situación cultural o histórica que a veces no te consiguen dar horas y horas de documentales.

Yo no tengo nostalgia del pasado o de mi infancia, en los años del franquismo, pero sí que me ha gustado recrear aquella época en mis películas. Es muy distinto, no se trata de ser nostálgico. No echo de menos aquellos tiempos de sufrimiento”.