de Leticia Torres
Más allá de las columnas de Hércules existía un mundo inexplorado y cautivador hace más de 3.000 años…Desde el mito de la Atlántida hasta Tartessos, del cual ya hay restos arqueológicos pero de interpretación controvertida, el entorno geográfico de Cádiz sigue siendo un misterioso lugar donde sumergirse en sus aguas supone todavía sentir una magia digna de una historia remota y aún por comprender.
Los historiadores y arqueólogos siguen sin encontrar un consenso a la hora de explicar que fue antes, si la colonización de las costas andaluzas de occidente por fenicios y griegos o el surgimiento de una cultura ya nombrada en los textos bíblicos y de gran transcendencia en la Historia de Iberia. Pero lo cierto es que se van haciendo avances al respecto, y fuera de la precisión acerca de si era original esa cultura autóctona y no un fruto de la interacción de los colonos con las gentes de la antigua Iberia; Cádiz sigue escondiendo secretos que poco a poco revelan que sólo hemos llegado a arañar la superficie de la inmensa riqueza cultural desarrollada en esas costas, durante la Prehistoria reciente y la antigüedad.
Este verano tuve la ocasión de visitar el yacimiento de “El Poblado de doña Blanca” situado dentro del municipio del Puerto de Santa María, en Cádiz. A pesar de que fui testigo de las malas condiciones en las que se encuentra el yacimiento a nivel de conservación – restos de pinturas, hogares y tumbas al aire libre sin ninguna protección frente a las inclemencias del tiempo- pude emocionarme al encontrar toda una pequeña urbe frente a mis ojos. Evidentemente, lo que había allí eran ruinas, retazos de una población que resplandeció en su momento como una estrella vespertina en el occidente de Europa. Ruinas, no obstante, que parecen haber revelado que la antigüedad de la colonización fenicia en las costas gaditanas se remonta a mucho antes de lo que se tenía por cierto.
Y es que las últimas dataciones arqueológicas del yacimiento del Poblado de Doña Blanca, parecen demostrar que se trató de una factoría fenicia muy anterior al propio asentamiento de Gadir, la actual Cádiz. Es difícil de comprender que esto fuera así cuando uno visita el antiguo asentamiento en la actualidad, pero esto se debe a la sencilla razón de que la geografía actual dista bastante de la que existía entonces. Digo esto porque cuando el visitante se acerca a este yacimiento encuentra una colina de unos diez metros de elevación sobre el terreno que le rodea, y el ancho mar no es visible, ni desde lo más alto de esta topografía. Pero lo cierto es que en la época de todo su esplendor este poblado se situaba junto a las marismas de la bahía de Cádiz, entonces otra bahía muy distinta, más amplia, no tan acolmatada por los sustratos recogidos por el Guadalete y otros cauces fluviales -los famosos “caños” que uno encuentra señalizados cuando va por la carretera que circunda la bahía- y con verdaderas islas en su interior. Con esta buena situación estratégica, dicho poblado fenicio podía comerciar con las gentes del interior y exportar las ganancias de sus intercambios por mar a otras colonias en la península, e incluso hasta asentamientos fenicios del propio oriente mediterráneo. A consecuencia de estos y otros descubrimientos, las últimas teorías arqueológicas apuntan a que en los orígenes de la colonización fenicia en el entorno de Cádiz habría una multiplicidad de asentamientos de igual finalidad, siendo el citado de Doña Blanca el núcleo central. La estructura de poblamiento sería entonces de carácter polinuclear, en contra de las teorías de la predominancia de una gran ciudad desde los orígenes de la colonización, Gadir. De toda esta relevancia quizás poco puede sospechar el visitante del yacimiento que no esté documentado en la materia. Pero lo que si puede hacer, es maravillarse ante las murallas y los restos de viviendas que pueden verse al aire libre, denotando que en el asentamiento hubo una vida próspera y que no se trataba de un poblado cualquiera.
Con el paso del tiempo esta pequeña urbe fenicia creció gracias a las construcciones edificadas por nuevas gentes traídas con los cambios en la Historia de la región, así, de la época fenicia arcaica pasamos a través de las ruinas de Doña Blanca a la época ya turdetana- uno de los pueblos íberos de la península- y a su abandono temporal en el s. III a.C. con la conquista romana de estas tierras. Toda una secuencia cronológica de sumo interés para conocer la trayectoria histórica de la zona de Cádiz, y como no, los albores de la civilización en nuestra península.
FUENTES
NIVEAU DE VILLEDARY Y MARIÑAS, ANA MARIA (2010) “Estado de la cuestión y nuevas perspectivas de la arqueología púnica en la Península Ibérica”. Vol. 18 Nuevas perspectivas II: la arqueología fenicia y púnica en la Península Ibérica. J. P. Vita- J. Á. Zamora (eds.)
Página web del yacimiento de “El Poblado de Doña Blanca”
de Piertoni Russo. Bordalo II es un artista urbano portugués conocido por su impresionantes obras…
de Piertoni Russo. Una entrevista a Pichiavo, los talentosos artistas valencianos que fusionan el graffiti…
de Piertoni Russo. Sus obras están llenando el mundo de color. Okuda nos abre las…
de Piertoni Russo. Es uno de los padres del arte urbano, desde los años ‘80…
Los resultados de las elecciones del Parlamento Europeo 2024: el Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine…
de Piertoni Russo. La política del Twitter (ahora X), del desprecio, de las acusaciones infundadas.…