El calor del Calderón casi acaba con el Barça. En una ardiente noche de final de verano el Atlético tira al viento la gran posibilidad de destrozar al Barça. Un empate en la final de ida de la Supercopa de España que sonríe al equipo catalán en vista del partido de vuelta en una semana en el Camp Nou. Un gol de Neymar – entrado en campo solo 7 minutos antes – empata el golazo del ex de turno, David Villa y rescata al Barça.
Los rojiblancos – especialmente en la primera parte del partido – lo dieron todo y jugaron muy bien. Solo el resultado no compensó el esfuerzo hecho en el campo. El Barcelona no supo tomar medidas con el Atlético y solo a partir del gol de Neymar (66’) entró en el partido y empezó a controlar el juego. Los catalanes, con Messi poco inspirado – fue relevado en el intermedio por unos problemas musculares – no supieron crear nada interesante y padecieron la perfecta organización del equipo de Simeone, que contó con una defensa perfecta y unas maravillosas repartidas. Como si no bastase, se añadió una gran prestación del ex David Villa, la nueva estrella del Atlético, prácticamente regalado por el Barça por pocos millones de euros.
En un mercado de fichajes de locuras, donde el Real Madrid ha comprado a Gareth Bale por el alucinante monto de 99 millones de euros, el “low-cost” de Asturias demuestra lo que nunca nadie ha puesto en duda: es un fenómeno.
Tampoco el tiempo de empezar y el Atlético se volcó en la mitad de campo del Barça. Sin embargo la primera oportunidad la tuvo el equipo catalán con Pedro (10’) que solo delante de Courtois no consiguió encontrar un agujero en la portería. En la repartida el nuevo rey del Calderón, David Villa, metió un golazo servido perfectamente por Arda Turan con un pase largo desde la banda izquierda. Un gol que ya, solo, vale los cinco millones gastados por el fichaje del delantero. Villa casi se repite en el minuto 16 cuando se dejó alcanzar por Pique justo en el momento de rematar.
El Atlético se animó con el gol y durante un largo rato mandó en el campo. El juego de los catalanes en la primera parte fue siempre previsible y nunca pareció preocupar a la defensa de los rojiblancos. A partir de la media hora el juego empezó a ser más duro y el árbitro tuvo que pitar continuamente. El juego se cortó y el público empezó a quejarse. Consecuentemente aumentaron las tarjetas amarillas.
El equipo de casa peleó y lo dio todo. El Cholo Simeone pudo volver a los vestuarios muy satisfecho por la primera parte del partido. Por otro lado el Barcelona pareció ser la pésima copia del equipo que hace solo unos días ganó 7-0 contra el Levante en la primera jornada de la Liga.
En la reanudación, con Messi en el banquillo, Alexis casi empató el resultado (49’) con un gran disparo. El Atlético pareció compuesto de once luchadores y el Barça siguió padeciendo el buen juego del equipo madrileño. Cuando todo giraba a favor del Atlético, Neymar empató el resultado con un cabezazo en el área de meta de Courtois, bien lanzado por un centro de Alves. El Barcelona jugó los últimos 20 minutos presionando y obligando al Atlético a defender para salvar el resultado.
Un partido con dos caras, con los rojiblancos prácticamente perfecto en la primera parte y con el Barça resucitado con la entrada de Neymar. En el Camp Nou, en una semana, podrá pasar de todo.