de ALEJANDRO GARCÍA ARCE.
Las imágenes que han circulado estos días del ex vicepresidente del gobierno y ex presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, imputado por cinco delitos fiscales, entre los que figuran el de blanqueo de capitales y alzamiento de bienes, pasando unos días de vacaciones en una lujosa embarcación en Mallorca junto a su novia, visiblemente menor que él, han sido todo un fenómeno en internet, causando una mezcla de indignación, incredulidad, rechazo y han servido de carnaza para diversos montajes humorísticos.
Y es que, pocos días antes de estas bochornosas instantáneas, el ex director del FMI se acogía a su derecho constitucional de no declarar, alegando desconocimiento de los hechos por los que se le imputan y a la espera de conocer el informe detallado de Hacienda sobre toda la documentación intervenida, tanto en su despacho, como en su domicilio particular.
A pesar de esta negativa, según han declarado los propios magistrados, Rato está dispuesto a declarar todas las veces que sea necesario, así como a aportar todos los datos necesarios que ayudan a esclarecer la investigación que pesa sobre él.
Este caso ha sido uno de los más mediáticos de entre los cientos por corrupción que se destapan en España cada año, muestra de ello son las numerosas muestras públicas de rechazo por parte de gente anónima que se agolpa en las puertas de los juzgados cada vez que el ex ministro acude a declarar.
Más de 40.000 documentos están a disposición de los investigadores para probar cada uno de los delitos que se le atribuyen a Rato, entre los que figuran varios fraudes a Hacienda por impagos de IRPF e impuesto de sociedades, movimientos financieros con paraísos fiscales de diferentes sociedades de las que es dueño y un patrimonio muy elevado, son algunas de las pruebas más “evidentes” que hicieron saltar las alarmas de la ONIF u Oficina Nacional de Investigación del Fraude, primer organismo público que informó sobre el caso.
A fecha de hoy, Rodrigo Rato tiene embargado todo su patrimonio, así como sus cuentas, a la espera de juicio y tiene impuesta una fianza de 18 millones de euros para poder desbloquearlo, lo que hace aún más sorprendentes las fotografías de estos días pasando unas vacaciones a todo lujo en las baleares.
Las reacciones en los medios sociales no se han hecho esperar, Twitter, una de las redes más activas en clave de humor ácido para criticar este tipo de situaciones, ha ardido estos días con numerosos montajes con las imágenes del banquero y su novia disfrutando en su barco, durante varios días numerosos hashtags se han sucedido para mofarse, tanto de la justicia española, como de la escasa preocupación de Rato por todas las acusaciones que pesan contra él.