de PIERTONI RUSSO.

Se cierra el 39 Congreso Federal del PSOE con la presentación de la nueva ejecutiva de Pedro Sánchez.

En un pabellón ferial abarrotado de gente, Pedro Sánchez vuelve a ser proclamado líder del PSOE. El acto de clausura del Congreso Federal del PSOE –un congreso áspero donde no faltaron momentos de tensión entre el equipo de secretario general y los partidarios de la línea de los barones del PSOE y de Susana Díaz, que echaron a Sánchez el pasado 1 de octubre- fue una demostración de fuerza para el secretario general del partido socialista que, demostrando haber aprendido de las experiencias negativas de estos últimos años, presentó una ejecutiva formada por gente de su confianza, que debería permitirle gobernar sin demasiados obstáculos.

En el acto de clausura destacaban las ausencias de los opositores de Sánchez, con Susana Díaz que dejó el congreso sin votar los documentos políticos, José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba que solo participaron en al acto de abertura pero no en el de clausura del congreso, y Felipe González que solo apareció en un breve vídeo desde Colombia. Todo esto confirmó la fuerte distancia entre el secretario general del partido y los personajes políticos de más relieve del partido socialistas de la época post-franquista. Un alejamiento que demuestra la voluntad de Sánchez de hacer una política más izquierdista respecto a estos barones que habían demostrado en estos últimos meses querer devolver España al bipartidismo, siguiendo de la mano junto al Partido Popular, y continuando en este juego de la vieja política que daba poco espacio a la renovación y respaldaba la corrupción.

Fue muy significativo ver como Pedro Sánchez empezó su discurso dirigiéndose al pueblo del 15M, los “indignados” que pidieron una regeneración de la política española. El secretario general prometió convertir en realidad el deseo de esta generación, comprometiéndose en trabajar juntos “para hacer una política limpia, participativa, independiente de los poderes económicos, que garantice una Justicia libre de injerencias, y extirpar la corrupción de nuestra democracia”.

Sánchez siguió afirmando que ahora se puede hablar de un nuevo PSOE, que “vuelve a ser el partido de la izquierda de este país”, y que buscará un aliado en las otras fuerzas de izquierda para poder alcanzar el objetivo común: echar al Partido Popular.

En su discurso subrayó la necesidad de encontrar una nueva mayoría y se demostró “abierto al diálogo con el resto de fuerzas del cambio, respetando la autonomía política de cada organización”. Fue evidente la referencia a los partidos de Unidos Podemos y Ciudadanos, que -según el líder del partido socialista- deberían levantar el veto reciproco para empezar a colaborar junto al PSOE en la formación de un nuevo gobierno. Una petición que parece no recibir respuesta afirmativa, visto el desencuentro entre estas dos fuerzas de gobierno de ideología opuesta y de valores discordantes.

Otro intento de abertura fue el que Sánchez hizo con respecto a Cataluña. Él dijo: “Estoy a favor de España y del catalanismo, como un sentimiento cívico, transversal, el amor por la tierra, la cultura y la lengua catalana y que lejos de dar la espalda a su realidad española, se abraza a ella, se implica, se compromete junto a millones de compatriotas españoles en la transformación y la modernización de España”. El líder del PSOE rechazó el camino independentista de Cataluña, pero abrió a un eventual reconocimiento del carácter plurinacional del Estado, e incluyó esta posibilidad en su programa político, buscando de hecho una solución pactada que concluya este conflicto entre los catalanes y el gobierno de España, endurecida debido a la actitud asumida por el gobierno de Mariano Rajoy.

Pedro Sánchez decidió citar a Bob Dylan para cerrar su discurso, diciendo que los tiempos están cambiando y que la política debe cambiar con los tiempos.

Veremos si estos buenos propósitos se cumplirán en los próximos meses, a través de un verdadero cambio de estrategia política que vuelva a recolocar al PSOE entre los partidos progresistas de este país.