de ALEJANDRO GARCÍA ARCE.

La mala suerte parece cebarse con el pueblo nepalí. Poco más de dos semanas después del primer seísmo, que tuvo lugar el pasado 25 de abril y dejó más de 8.000 muertos, la historia se vuelve a repetir.

Este nuevo terremoto de magnitud 7,3 en la escala Richter cuyo centro se sitúa en la base del campamento del Everest y a unos 15 kilómetros de profundidad, tuvo lugar el lunes 11 de mayo, alrededor de las 12:30 hora local, y volvió a azotar con fuerza a la zona más afectada por el seísmo anterior.

El balance oficial es de más de 110 muertos y un millar de heridos en Nepal, a los que hay que sumar más de una decena de fallecidos en India y uno en el Tíbet, lugares que también se han visto afectados por este temblor.

Katmandú ha vuelto a ser una de las zonas más castigadas, igual que la vez anterior, el pánico es ya generalizado, por miedo a posteriores réplicas y la gente se agolpa en las calles en busca de la seguridad que no garantizan los endebles edificios, poco preparados para este tipo de catástrofes naturales. “El miedo es que los numerosos edificios que han quedado dañados, muchos de ellos agrietados, se vengan a bajo de un momento a otro” comentan los servicios de rescate, a los que se les acumula el trabajo.

Este nuevo terremoto, al igual que ocurrió con el primero, se ha notado también en otros países, en la India, por ejemplo, los heridos ya se cuentan por decenas. Según relatan los expertos, la zona es muy sensible a nuevas replicas debido al movimiento que han sufrido las placas tectónicas que se encuentran en esos puntos, por lo que no se puede descartar que puedan volverse a suceder los temblores.

El Ministerio del Interior de España ha vuelvo a contactar con los españoles que siguen en Nepal y parece ser que todos se encuentran bien y localizables.

Ayer mismo, el primer ministro nepalí, Sushil Koirala, realizó unas declaraciones públicas en las que llamaba a la calma, por otro lado, el Jefe de Gobierno convocó una reunión de urgencia y estableció un gabinete de crisis en el que pidió al pueblo de Nepal que apoye a los equipos de salvamento y recalcó que todas las herramientas disponibles se han movilizado, tanto en la capital como en los distritos más afectados por la tragedia para agilizar la ayuda y continuar con los rescates.

Según los expertos en la materia, este nuevo seísmo no se puede considerar una réplica del anterior ya que, aunque el movimiento de la falla ha sido idéntico, el epicentro del mismo se sitúa en otro punto. Lo que sí parece probable es que este nuevo temblor haya sido consecuencia del anterior, debido al desgaste de la zona de fractura y las tensiones entre las placas.

La zona en la que se están produciendo estos terremotos es muy propensa a ello, ya que confluyen las placas India y Euroasiática que concurren formando una gran falla de 2.000 kilómetros de longitud, este rozamiento entre las rocas es lo que produce una acumulación de energía que se libera en los temblores que están asolando Nepal en los últimos días.