de E. NICOLÁS SASU LARRUBIA.
La situación actual de Venezuela es bastante crítica. En los últimos años, el país bolivariano ha estado viviendo uno de los períodos más duros de su historia. Enormes colas en los supermercados, escases de alimentos, violencia, delincuencia, solo han sido algunos de los muchos problemas que afectan a dicho país. Tal es el punto, que varios expertos dicen que Venezuela estaría entrando en zona de «estado fallido».
Hace dos días se produjeron multitudinarias marchas en todo el territorio venezolano. Miles de opositores y partidarios de Nicolás Maduro salieron a las calles de las principales ciudades a protestar a favor y en contra del referendo revocatorio. Dicho procedimiento es un derecho político, por medio del cual los ciudadanos pueden dar por terminado el mandato que le han conferido a, en este caso, un presidente.
Los sectores contrarios al gobierno realizaron concentraciones de seis horas en los 23 estados del país frente a las sedes regionales del Consejo Nacional Electoral (CNE), algunas de las cuales amanecieron bajo fuerte custodia policial. Cabe destacar que el pasado 1 de septiembre, la capital del país Caracas, según la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) congregó a más de un millón de personas, con el objetivo de presionar para que el referendo revocatorio al jefe de Estado se concrete este año. La oposición reclama que se fije la fecha y condiciones que regirán la recolección de cuatro millones de firmas (20% del padrón electoral) necesarias para que el revocatorio sea convocado. No pedimos algo que no puedan anunciar. ¿Por qué permitir que pasen los días?, ¿por qué la demora?», preguntó Henrique Capriles. En caso de que el referendo se realice antes del 10 de enero de 2017, y Maduro pierda, habrá elecciones. Pero si se lleva a cabo después de la fecha, aun perdiendo, sería sustituido por su vicepresidente.
Por otro lado, los sectores a favor del régimen socialista, realizaron concentraciones en 9 puntos de la capital y en otras partes del país, en defensa de la paz y para repudiar las ideas “desestabilizadoras” de la derecha. Miles de venezolanos y venezolanas se congregaron para respaldar a la “revolución”, preservar la soberanía y estabilidad democrática. En las plazas Bolívar y en las sedes del CNE de los 15 municipios de Sucre, se realizó una tribuna anti imperialista en defensa de las políticas de Nicolás Maduro. «Una nueva jornada en defensa de la paz y en apoyo a las conquistas sociales logradas por el pueblo venezolano en los últimos 17 años» es la frase con la que muchos venezolanos oficialistas marcharon por las calles de las principales ciudades.
Son varios los factores que han llevado a Venezuela a la inestabilidad política, social y económica. En primer lugar, la caída de los precios del petróleo creó un cóctel explosivo en un país que obtiene 96% de sus divisas del oro negro y dependiente de las importaciones. Esta situación empeoró mucho más la escasez de alimentos y aumentó la inflación, que según el FMI llegaría al 720%. Aunque el gobierno atribuyó esta debacle a la derecha comandada por Estados Unidos.
Por otro lado, la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ganó las elecciones parlamentarias con una amplia mayoría en diciembre pasado, poniendo fin a 17 años de hegemonía oficialista en el Legislativo y desatando una verdadera lucha de poderes.
A esto se le suma la amenaza del Mercosur con suspender a Venezuela como miembro pleno, en caso no ajustar su normativa con las reglas internas del bloque.
La situación de Venezuela ha generado muchas controversias. Por un lado, hay quienes sostienen que hay intentos desestabilizadores contra el Gobierno pacífico y legítimo de Venezuela. A su vez, se habla de que la “derecha venezolana” anda plañidera por el mundo vendiendo su fantasma apocalíptico con el lema de “crisis humanitaria”, pero que no se los ve seguir un protocolo de ayuda humanitaria para acercar comida, agua a los que más sufren esta crisis. Por otro lado, hay quienes buscar ponerle fin a un régimen dictatorial, populista y socialista, argumentando ser el principal responsable del hambre, pobreza, inseguridad, que día tras día sufre el pueblo venezolano.
