de Piertoni Russo.
19 años desde la inauguración, 9 años desde cuando la cerraron. Un estadio eternamente incumplido, apenas usado durante sus pocos años de vida activa y que ahora queda pendiente de una válida alternativa para su futuro. El Estadio Olímpico de las olimpiadas que nunca presenciará sigue en un estado de abandono que “laturca” testimonia a través de sus fotos.
En 2004, empezando Madrid a perseguir su sueño/pesadilla olímpica, se llegó a la decisión de cerrar la Peineta para convertirlo en estadio olímpico o campo de fútbol. La primera decepción llegó cuando se eligió a Londres como sede de los juegos olímpicos de 2012.
Las obras para reformar la Peineta se pararon y se buscó una nueva finalidad para dar un sentido a este gigante inacabado. En diciembre de 2008, después de un año de negociaciones, el Ayuntamiento de Madrid llegó a un acuerdo con el Atlético de Madrid y su presidente Enrique Cerezo para que el estadio pasase a ser de propiedad del club de fútbol a partir de 2015. En cambio el Atlético de Madrid dejaría los actuales terrenos de las orillas del Manzanares donde actualmente está situado el Vicente Calderón. La empresa constructora Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), que está llevando las obras de reforma de la Peineta, también se haría cargo de la obras de demolición del Calderón, de las obras planteadas para soterrar el autopista M30 que pasa justo al lado del actual estadio del Atlético, y de la edificación de un nuevo complejo de edificios en el área del estadio, en una zona centralísima de la ciudad.
Todo parecía solucionado cuando en febrero de 2012 el Tribunal Superior de Justicia de Madrid anuló parte del acuerdo de la operación comercial, concretamente en el punto que hubiera permitido a la empresa FCC edificar inmuebles por encima del límite establecido por la ley, fijado en tres plantas más ático. La operación se paralizó, visto que la FCC vio sensiblemente limitados sus beneficios. Y las obras de reforma de la Peineta ralentizaron, visto que la FCC no tenía ninguna prisa en finalizar los trabajos.
El Atlético de Madrid empezó a buscar sin éxito eventuales patrocinadores de este proyecto, mientras el Ayuntamiento de Madrid prometía un rápido cumplimento de las obras, ya convencido de haber ganado la candidatura a sede de los juegos olímpico de 2020. Cosa que – como bien sabemos – no se cumplió.
Y ¿ahora? El Atlético de Madrid, en dificultades económicas – una vez perdida la posibilidad de recibir dinero por parte del Comité Olímpico Internacional (COI) que hubiera financiado las obras en la eventualidad de que Madrid ganase la candidatura olímpica – sigue aplazando su mudanza al nuevo estadio. El último comunicado de los rojiblancos retrasa la mudanza a mediado de 2016, cuando durante el acuerdo del 2008 se había planteado una mudanza ya a partir del 2011.
Madrid sigue fracasando en su política local e internacional, la crisis es fuerte pero se sigue despilfarrando el dinero en infraestructuras onerosas e inutilizadas. La Peineta es un claro ejemplo de todo esto. Que no se convierta en un enorme basurero a cielo abierto.