La corrupción, un problema que nos afecta a todos.
de NICOLÁS SASU.
Hace unos días sucedió un hecho lamentable para la historia argentina. José Francisco López, ex secretario de Obras Públicas de la Nación fue detenido en un convento abandonado mientras intentaba enterrar seis bolsos con dólares y euros termo sellados. Intentaba enterrar casi 9 millones de dólares, una cifra astronómica.
El ex funcionario de 53 años, estuvo 12 años ejerciendo su cargo, durante las presidencias de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.
Por desgracia, no es la primera vez que suceden casos como este en Argentina, hace unos meses el empresario Lázaro Baez, fue detenido en el marco de la investigación con el nombre de “ruta del dinero k”. Incluso el mismísimo presidente argentino, Mauricio Macri fue nombrado en la investigación conocida como los “Panama Papers” con las sociedades offshore como, por ejemplo, Fleg Trading Ltd. A pesar de que Macri prometió combatir la corrupción, la Argentina ocupa el puesto 107° entre 168 países, según el ranking que elabora Transparencia Internacional.
Este problema no solo azota a la Argentina, Latinoamérica en sí se ve afectada. Hace unas horas en Brasil, el ministro de turismo y miembro del gabinete del presidente interino Michael Temer, renunció debido al escándalo de sobornos en la petrolera estatal. Ya es el tercer ministro que deja su puesto como consecuencia del caso de Petrobras. Hasta inclusive, el mismo presidente estaría involucrado en una causa en la que se estima que la cantidad total de dinero desviado entre 2004 y 2012 ascendería a 8.000 millones de dólares (20.000 millones de reales), es decir uno de los mayores escándalos de corrupción de la democracia brasileña.
Por otro lado, en México, uno de los países que más ha sufrido de corrupción en los últimos tiempos, empezó a decirle basta a este problema. En el día de ayer, los empresarios agrupados en la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) tomaron las escalinatas del Ángel de la Independencia para pronunciarse contra la impunidad de los políticos. “No más corruptos impunes en nuestro País. Hoy México es muy diferente al de hace décadas, nuestro país es más democrático. La sociedad cada vez juega un papel más activo” dijo Gustavo de Hoyos, presidente de la Coparmex. Además, también cabría destacar que La Cámara de Diputados de dicho país, avaló la Ley General del Sistema Nacional Anticorrupción. Un gran avance.
La corrupción no es solamente perteneciente a un bando político, ni tampoco es exclusiva de la política. Es un flagelo que nos afecta como sociedad y por desgracia sucede como algo cotidiano. ¿Cuántas veces no habremos visto corrupción en nuestras vidas? Ya sea sobornos a un oficial de policía o haciendo lo imposible por evadir impuestos. O incluso un juez o jurado que reciba dinero u otras «compensaciones» para condenar o absolver a un acusado en un juicio de manera deliberada y sin seguir el proceso debido.
Detrás de cada decisión, de cada pequeña elección diaria, hay una persona que elige actuar de manera ética o no. Y a veces el afán de codicia, la búsqueda del beneficio personal, terminan corrompiendo nuestros principios…
Lograr el objetivo de erradicar la corrupción es una tarea muy complicada, ya que se necesitaría darse un cambio en la mentalidad o perspectiva de la sociedad. Es difícil, pero no imposible. Antes de indignarnos por casos como el de José López o el caso Petrobras, primero miremos a nuestro alrededor y empecemos a cambiar como sociedad.