Cuatro empates para las primeras cuatro de la Liga. Una jornada sin emociones que casi no cambia nada en la evolución de la Liga de este año. La jornada 29 sirve solo para el Málaga, único ganador de las primeras de la clase, que ve aumentar sus posibilidades de posicionarse entre las primeras cuatro plazas de la clasificación, las que permiten acceder a la próxima Champions League, y que, probablemente se convierta en una pesadilla sin remedio para el Rayo Vallecano, derrotado en casa contra el mismo Málaga, en un partido que resultaba ser fundamental para poder fomentar los sueños europeos del tercer equipo de Madrid.
Poco distante de Vallecas, en el Vicente Calderón, se juega el partido de cartel de esta jornada de la Liga: “Atlético de Madrid –Valencia”. El Atlético quiere ganar para olvidar la derrota ante la Real Sociedad, la primera de esta temporada en su feudo. Y quiere ganar para reconquistar la segunda plaza en la clasificación, aprovechando del empate del Real Madrid en casa del Zaragoza. El Valencia, con una de las mejores plantillas de la Liga de este año, necesita puntos importantes para confirmar su presencia en las competiciones europeas, después de la recién salida de la Champions League.
Delante de unos 38.000 espectadores y bajo una lluvia constante que nunca para durante todo el partido, todo ocurre en los primeros cinco minutos. El Valencia se adelanta en el minuto 5’ con un toque de Jonas de corta distancia que se cuela entre las piernas de Courtois. El tiempo de colocarse otra vez en el campo y el Atlético empata con un toque delicioso de Falcao, que solo delante de la portería, traspasa a Diego Alves, tras un centro claro de Arda Turan.
Siguen treinta minutos sin emociones con el Valencia que presiona constantemente y que poco deja salir el balón de la mitad del campo del Atlético. En la primera parte el Valencia juega mejor que los adversarios, aunque no consiga ser realmente peligroso, salvo en el minuto 33’ cuando Courtois salva dos veces en seguida la portería, despejando un cañonazo de Joao Pereira, y posteriormente un disparo de Jonas. El Atlético se despierta en la segunda parte, cuando consigue acercarse con frecuencia a la portería valenciana. Son numerosas las oportunidades para los rojiblancos. La más clara, un pase muy bonito de Falcao hacia Diego Costa que no consigue superar en el mano a mano a Diego Alves. Sin embargo el Atlético no consigue aprovechar de la superioridad demostrada en los segundos 45’ minutos, así que una defensa bien colocada del Valencia y un árbitro que no ve una mano de Jonas en área del Valencia, permiten que el resultado no cambie.
Es el segundo partido seguido – véase también el partido contra la Real Sociedad – en los que los jugadores y aficionados del Atlético salen del Vicente Calderón cabreados por unas decisiones arbitrales. El “Cholo” Simeone, en la rueda de prensa, evita elegantemente contestar a un periodista que le pide un comentario en referencia a las decisiones arbitrales, y contesta con un “No comment” a otro periodista que quiere saber lo que el entrenador dijo al cuarto árbitro, acercado por el entrenador en varias ocasiones durante el partido. Simeone se limita a comentar la importancia de sumar puntos para guardar la tercera plaza en la clasificación, y subraya el espesor del equipo valenciano, que el Cholo reputa ser en calidad la tercera plantilla de la Liga después de Barcelona y Real Madrid. Ernesto Valverde, entrenador del Valencia, recrimina por los dos puntos perdidos en un partido que, según él, se hubiera podido ganar si el Atlético no hubiese empatado así rápidamente. Concluye Valverde diciendo que respeta el resultado final y aclarando que, aunque hoy en el campo el Valencia haya demostrado estar al mismo nivel del Atlético, un equipo que lleva 15 puntos más en la clasificación de la Liga, la Liga misma no es un partido sino una serie de partidos y el Atlético de Madrid lo ha hecho muy bien, y bastante mejor que el Valencia, a lo largo de todo el campeonato y esto debemos tenerlo en cuenta. La realidad es exactamente esta: quedan nueve jornadas al final de la Liga y el Atlético puede dormir sueños tranquilos. La hereencia de una primera parte de temporada fenomenal puede permitir tener unos bajones – que en verdad el Atlético en esta temporada nunca ha tenido – que no pueden permitirse otros equipos y que no vayan a afectar el objetivo final. ¡Hoy no ha pasado nada!