de PIERTONI RUSSO.

El pasado 11 de abril, en Berlín, Wim Wenders comenzó el rodaje de su última película, Submergence (inmersión), el thriller romántico basado en el bestseller homónimo de J. M. Ledgard.

La película, que se rodará la mayor parte en Djibuti, un pequeño país del Cuerno de África, ha hecho etapa esta semana en España, dado que algunas escenas han sido rodadas en una antigua salina de Buenamesón, a la orilla del rio Tajo, cerca del pueblo madrileño de Villamanrique, entre la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha.

Una localización muy especial, cerca del rio Tajo, y a pocos metros de numerosos campos de gitanos, que viven en estas tierras en tiendas de campaña, y tienden su ropa en cuerdas que siguen el camino del rio, entre la sierra, los arboles y las aguas. La temperatura en estos días llega a los 40 grados, y escenifica perfectamente los ambientes que Wim Wenders encontrará en África.

Parece que este lugar le haya gustado especialmente al director alemán, que ha decidido ampliar los días de estancia en este pueblo, utilizando los antiguos edificios al lado de la salina, para recrear el cuartel general de los yihadistas, el grupo armado que –en la película- toma como rehén a James (James McAvoy), el coprotagonista de la película, un ingeniero hidráulico, sospechoso de ser un espía británico. James había conocido a Danielle (Alicia Vikander) y se había enamorado de ella pocas semanas antes de ser secuestrado. Ella, que está trabajando en un proyecto de buceos en el fondo del Océano Atlántico, ni siquiera sabe si James todavía está vivo.

Sin embargo, los protagonistas de esta película no están con Wenders en este rodaje en la península ibérica, donde se encuentra solo el grupo de actores africanos.

Al final del día de rodaje, los actores y los técnicos se quedan en el patio del edificio, donde se ha colocado una mesa con comida y refrescos, para poderse recuperar del largo día de trabajo. Wim Wenders parece satisfecho, y se deja fotografiar junto al equipo que está trabajando con él. Entre ellos, un grupo de niños africanos, que probablemente no son conscientes de la gran suerte que han tenido, de poder trabajar con este director tan prestigioso.

Entre las películas dirigidas por Wenders, recordamos creaciones artísticas como “París, Texas” (1984) “El cielo sobre Berlín” (1987), “Historias de Lisboa” (1994), “El hotel del millón de dólares” (2000), y “Tierra de abundancia” (2004), además de otros documentales extraordinarios como “Buena Vista Social Club” (1999), sobre el homónimo grupo musical cubano, y “Pina” (2011), sobre la vida de la coreógrafa alemana Pina Bausch.