de ISRAEL HERNÁNDEZ RUIZ (proyecto EnREDados).

Introducción del grafeno y lo que podría cambiar la ciencia.

Cuando se habla de un material resistente, escaso y compuesto por átomos de carbono, el primer nombre que viene a la cabeza es el diamante. Pero esto está a punto de cambiar, ya que el grafeno está dispuesto a robarle protagonismo en el futuro.

El grafeno es una sustancia que tiene una estructura formada por carbono puro dispuesto en hexágonos regulares, parecido al diamante y grafito, pero con propiedades muy diferentes.

Este fue descubierto por los científicos Andre Geim y Konstantin Novoselov, ganadores del Premio Nobel de física por el revolucionario hallazgo.

El grafeno fue descubierto de forma casual al examinar los restos de cinta adhesiva utilizados para pulir el grafito, en estas cintas había capas de grafito y de grafeno.

Las razones por las que es tan famoso son su resistencia (200 veces mayor que la del acero), dureza, elasticidad (por su capacidad para enrollarse), conductividad térmica y eléctrica bastante mejor que el cobre, transparencia y ligereza, capacidad para transformar energía solar en eléctrica y porque no es perjudicial para el medioambiente, entre otras razones.

Gracias a estas distintivas propiedades el grafeno tiene muchas aplicaciones en los diferentes campos de la ciencia como la robótica, informática, electrónica y el área sanitaria.

En un futuro será algo normal encontrarse su aplicación en nuestra vida cotidiana para las baterías móviles, que serían capaces de durar mucho más tiempo que las actuales debido al aumento en su almacenamiento y cargarse en un tiempo record. También se podría aplicar al ámbito automovilístico con los coches eléctricos.

De hecho, el grafeno podría mejorar la calidad de vida y favorecer enormemente al avance en el campo de la medicina, en aplicaciones como el tratamiento del cáncer con terapias no tóxicas para el organismo humano, es decir, que no perjudique a las células sanas y que reduzca notablemente los efectos secundarios producidos por estos diferentes tratamientos.

Pero, sin duda alguna, la mayor utilidad de este material ha sido encontrada en el campo tecnológico. En la informática los ordenadores serán más rápidos, tendrán una mayor capacidad de almacenamiento de datos y “gastarán” una menor cantidad de electricidad.

En aspectos relacionados con el blindaje y la protección, tendrá numerosas aplicaciones como la construcción de cascos de grafeno o chalecos antibalas en los que la dureza y resistencia del grafeno son clave.

El ejemplo de proyecto de investigación en construcción más extendido y conocido por la comunidad científica, es el de la fabricación de un diminuto acelerador de partículas que pudiera realizar funciones similares al acelerador del CERN (Suiza), el objetivo de esta investigación es disminuir el espacio empleado para la búsqueda de la partícula del Bosón de Higgs.

Aunque, si es tan magnífico y cuenta con tantas ventajas, ¿Por qué no se oye hablar de él?

Esto se debe a su alto coste, ya que este es muy caro de producir en su forma completa, es decir, en láminas y para abaratarlo se necesitaría elaborarlo en forma de polvo, haciendo que pierda bastantes de sus propiedades. Otra de las causas, aseguran los expertos, es la gran cantidad de dinero que se ha empleado para su investigación, concretamente 2400 millones de dólares. Según Lux Research, empresa privada que apoya monetariamente a negocios innovadores de investigación, el mercado del grafeno en 9 años será de tan solo 350 millones de dólares, una cifra que no es comparable con la del dinero invertido. El grafeno tendría que competir con la venta de materiales utilizados en la actualidad como son el silicio, cobre etc.

Por ello, el grafeno está aun lejos de convertirse en el material que se espera, todavía le quedan muchos años para ser aplicado a nuestra vida cotidiana, queda mucho dinero por invertir en este y se necesita mucha paciencia para sacar su máximo potencial.

Los materiales a los que se supone que sustituirá todavía tienen mucho que recorrer y aportar.

Las expectativas que se tienen sobre este material son increíbles, por eso,se espera que después de tanto tiempo y dinero utilizado para su desarrollo “explote” y se convierta en el mayor avance y descubrimiento científico del siglo XXI, marcando así una nueva era para la ciencia.