de José Manuel Sánchez Merino.

Después de 12 días de parón debido a los partidos con las respectivas selecciones internacionales para las fases de clasificación del mundial, el Atlético de Madrid, abre la cuarta jornada de liga estrenando horario  en esta temporada y sumando una victoria más en su palmarés.

La novedad del partido ha sido la titularidad de José María Giménez, el defensa central de 18 años, que destacó especialmente por los fuertes marcajes que hace a sus oponentes, ha ocupado el puesto de Miranda, baja por enfermedad a escasas horas del inicio del encuentro.  La pareja de centrales uruguayos Godín – Giménez tuvieron que pelear duro durante todo el partido para cortar todos los ataques de los almerienses.

Durante el encuentro despuntó una vez más Raúl García. El medio centro no terminó de aprovechar las oportunidades que tuvo para hacer el gol, pero participó en prácticamente todas las jugadas durante su tiempo en el terreno de juego, dificultando el trabajo al guardameta del equipo contrario en alguna que otra ocasión.  No hace mucho, este jugador era pitado por la afición del Calderón y parece que poco a poco y partido a partido se va ganando el cariño del público que hoy le ha ovacionado por su espectacular actuación y por fin está dispuesto a pelear para conseguir la titularidad, aunque sea en los partidos previos como hoy a la Champions League y que por costumbre el Cholo nos tiene acostumbrados a ver como les da un respiro a sus principales estrellas.

La primera parte del encuentro se desarrolló con plena confianza por parte del equipo madrileño. El guión estaba escrito y estudiado por todos los jugadores, tan solo necesitaban llevar a su rival a la posición marcada en cada uno de los capítulos que iban pasando hasta llegar al desenlace consiguiendo la victoria.

Los de la Unión mostraron sus cartas antes de tiempo intentando realizar cada una de sus jugadas con el tridente atacante Rodri, Soriano, Aleix Vidal. Repitiendo por lo tanto, las jugadas tácticas en anteriores partidos y dejando al descubierto los errores, facilitando al Atlético recuperar el balón y golpear fuerte al rival subiendo a la contra. Estas acciones han terminado por parte del U.D Almería en más de una entrada dura y con la consecuente sanción de tarjeta amarilla a tres de sus jugadores.

En el (40´) de la primera parte el Atlético del Cholo bajó la guardia, permitiendo a Rodri imponerse al guardameta Courtois con un impresionante disparo al fondo de la red. El final de la primera parte finalizaba con un toque de atención a los atléticos y el resultado favorable (2 – 1).

Las amarillas al conjunto de centrales de los de La Unión (Trujillo y Perellano) pasa factura y obliga a trastocar los planes del equipo de Vilchez, realizando este un anticipado cambio en el inicio de la segunda parte evitando añadir dificultad a su equipo por el miedo de quedarse con un jugador menos sobre el terreno de juego por una doble amarilla. El jugador que sale al terreno de juego por Perellana es Marcelo Silva.

Durante la segunda parte el Almería no consiguió neutralizar al Atlético de Madrid que parecía que disfrutaba sobre el terreno de juego leyendo cada uno de los movimientos del contrincante y anticipándose a cada segundo, recuperando los balones y luchando hasta conseguir cerrar el marcador con los dos goles ocasionados en el segundo tiempo.

El (3 -1) llegaba en el (64´), en una jugada ensayada a balón parado en el borde del área. Tiago leyó la mente de Gabi y recibió un pase corto y raso dejando a la barrera contraria completamente descolocada y pillando por sorpresa a Esteban, el portero, que reclamaba fuera de juego.

Una diferencia de tres minutos separaban al tercer del cuarto gol. Una obra maestra que a pase de Raúl García, Koke ejecutaba la jugada metiendo el esférico de tacón bajo los tres palos y subiendo al marcador el (4 – 1).

Aleix Vidal finalizó el encuentro en el  90´  anotando el cierre definitivo en el marcador.

Durante el encuentro pudimos ver como David Villa volvió a reencontrarse con el gol, anotando ya su tercer tanto en partido oficial con el Atlético de Madrid.

Lo que está claro es que la afición del Calderón ha encontrado a su ayatolá particular,  aprovechando cualquier situación para vitorear y ovacionar al que hoy día es su entrenador, los colchoneros celebran cada gol de su equipo al grito de Olé Olé Olé el Cholo Simeone.