de ANDREA AGUDELO CAMPOS (proyecto EnREDados).
La deforestación o tala de árboles es un proceso provocado generalmente por la acción humana, en el que se destruye la superficie forestal.
Se calcula que aproximadamente en 100 años podrían llegar a desaparecer los bosques e incluso las selvas. La tala de árboles es una de las principales causas de la deforestación, pero no solo ese motivo es el que la provoca: los incendios también son uno de los principales problemas, ya tengan su origen en el ser humano o en causas naturales.
Los bosques se han ido talando desde la antigüedad con el único propósito de satisfacer nuestras necesidades, ya sea para construir barcos, para construir viviendas, para utilizar la madera como combustible o bien para la explotación agrícola.
Que una superficie de 130.000km2 de árboles sea talada cada año dificulta la renovación del aire y la conservación de la biodiversidad de esas zonas. Aproximadamente un 70% de los animales y de las plantas que pueblan la Tierra viven en los bosques, y muchos no podrán sobrevivir a las consecuencias de la deforestación.
Otros efectos de la tala de árboles son los grandes cambios climáticos. Las plantas generan el oxígeno que necesitamos para vivir, y en el proceso absorben el dióxido de carbono, que es uno de los principales componentes culpables del efecto invernadero.
En la antigüedad la tala de árboles para abastecer nuestras necesidades no resultaba ser ningún problema debido a que la población era menor, con lo cual la cantidad de madera necesaria era inferior, y se dejaba más tiempo a la naturaleza para que se pudieran regenerar esos árboles talados. Ahora, con la superpoblación, la tala es desmesurada y se está creando una deforestación a un ritmo alarmante, y la naturaleza no tiene tiempo suficiente para renovar todos los bosques.
El día 8 de agosto de 2016 se alcanzó el ‘Earth Overshoot Day’. Esto significa que a mitad de año la humanidad consumió el presupuesto de recursos naturales que fue asignado para ese año. Las consecuencias fueron graves, como por ejemplo deforestación, inestabilidad hidrogeológica y numerosos cambios climáticos.
La manera más rápida para evitar la deforestación y la pérdida de toda la biodiversidad que esta conlleva es eliminar la tala de árboles, o más bien controlar los recursos naturales que un país puede utilizar cada año y que se prohíban el despeje agrícola. Otra solución que se podría realizar sería plantar una cantidad de árboles proporcional a los talados, para ayudar a la naturaleza a regenerar los árboles y no despoblar ninguna zona innecesariamente.
El monte Olivella, en Italia, está actualmente deforestado, pero el artista urbano Escif ha planteado un proyecto para poder repoblar, y así mandar un mensaje para concienciar al mundo de la tala indiscriminada de árboles que hay hoy en día.
Este proyecto consiste en realizar un dibujo mediante los árboles que representará el icono de la batería de aproximadamente 120.000m2. El proyecto llamado Breath Project consistirá de 3 etapas, dos de las cuales tendrán un mantenimiento de estos árboles.
La primera etapa comenzará en septiembre de 2017 en la cual se plantarán 5.000 árboles para dar forma a la batería. La segunda etapa seguirá en 2019, donde se plantarán otros 2.000 árboles para terminar de realizar el diseño. La tercera etapa consistirá en dejar de ejecutar el mantenimiento de estos árboles para que poco a poco se integren en la naturaleza y el monte pueda volver a ser repoblado. El proyecto será financiado a través de un micromecenazgo online, el cual está ya en marcha. Algunos artistas están apoyando a la causa para que el proyecto llegue a realizarse, como por ejemplo Damien Rice, que donará todo lo recaudado en su primer concierto que será celebrado en Nápoles.
El principal mensaje consistirá en concienciar al mayor número de gente -a través del diseño y el nombre- de lo importante que son los árboles para el mundo. Está en la mano de todos poder ayudar a reforestar con el único gesto de donar o plantar un árbol.