de Piertoni Russo.
Pocos trabajadores, hoy hombres muy infelices, representan esta mañana la desolación y la evidente resignación de los empleados de la fábrica Coca Cola de Fuenlabrada – municipio cerca de Madrid – en espera de noticias ciertas sobre su propio futuro.
Hoy, día 28 de febrero, podría ser el último día de apertura de la fábrica. Una fábrica que ya lleva un mes sin producir. Desde el día 31 de enero, cuando los empleados de la fábrica empezaron su protesta, en respuesta a la decisión de la empresa de cerrar cuatro de sus fábricas: Fuenlabrada, Alicante, Palma de Mallorca y Asturias. Desde este día poco han servido las negociaciones entre el comité de empresa, los sindicados y los directivos de la multinacional americana.
Se han negociado las prejubilaciones de algunos empleados, el desplazamiento de varios a otras fábricas presentes en el territorio español, la tipología de indemnización de los empleados despedidos. Pero Coca Cola Iberian Partners (CCIP) no ha dado marcha atrás respecto a la posibilidad de dejar abiertas las fábricas. Solo se ha reducido el número de afectados por el ERE de 1.253 a 1.193, frente a la decisión de mantener los almacenes de las plantas de Asturias y de Mallorca. Un ERE violento que deja sin trabajo a 578 empleados en Fuenlabrada, y cambia la vida de 1.193 familias.
La crisis sigue haciendo víctimas y el estado favorece a las empresas en tomar decisiones como utilizar medidas drásticas que afectan directamente a los trabajadores. Las empresas tienen más facilidades para despedir, para reducir el sueldo y también los derechos de los trabajadores. Poca es la esperanza en las palabras de uno de los pocos empleados que todavía están presentes delante de la puerta de la fábrica de Fuenlabrada: “Aquí pasando el frío y a ver qué pasa. Las cosas están muy mal, lo veo complicado”.
El lunes esta fábrica podría no abrir sus puertas y dejar definitivamente de producir la bebida de la “felicidad”.Un cartel dice “Coca Cola, happy people. We make happyness”. Aquí 1.193 familias conocen solo la tristeza.