de Piertoni Russo.
En un Vicente Calderón que no celebra la Champions a lo grande como debería hacer – pocas entradas vendidas para ser el estreno de la máxima liga europea; España está en crisis y las dificultades económicas se reflejan en los campos de fútbol – el Atlético celebra en la mejor manera el regreso a la Champions League. Nada puede el Zenit de Spalletti contra el equipo español, en supremo estado de gracia. El primer partido internacional demuestra que no es una casualidad que los rojiblancos se encuentren encabezando la clasificación de la Liga. Una plantilla estelar y un entrenador mágico siguen alegrando las noches madrileñas, tanto en la Liga, como en el escenario internacional.
Setenta minutos para el Atlético, veinte para el Zenit de San Petersburgo – precisamente entre el minuto 46’ y el 64’. Veinte minutos donde el Calderón ha temido perder el encanto de cada partido en que el equipo de casa regala emociones a sus seguidores. Nada de todo esto, se trata solo de una quimera. Los rojiblancos son demasiado grandes para rendirse delante del golazo de Hulk (58’) y de la travesaña de Kerzhakov (61’).
El Atlético – como recuerda Simeone después del partido – persigue continuamente su reto. El gol de Ardua Turan (64’) es la demostración de todo esto: una batalla furiosa en el área de penalti del Zenit, con numerosas tentativas por parte de los delanteros del Atlético para meterla dentro. Lo importante es creerlo, y Ardua Turan nunca desiste. Es 2-1. El primero lo había marcado en la primera parte Miranda (40’) que de cabeza había aprovechado una esquina, por un centro de Koke. Había sido la apoteosis de quince minutos donde el Atlético no había dejado salir a los jugadores rusos de sus mitad de campo, empezando por el remate de Koke (26’) que se marchaba por poco fuera, hasta el disparo desde 30 metros de Felipe Luis (31’) que rozaba el palo. El Calderón se inflamaba, aunque no faltaba el apoyo de miles de seguidores del Zenit que replicaban a los de casa e incitaban a sus ídolos. El pito del arbitro que decretaba el termine de la primera parte no podía ser que de alivio para los hombres de Luciano Spalletti, claramente en dificultad delante de los rojiblancos.
El Atlético jugaba con una energía increíble, siempre llegaba primero a la pelota y parecía ser superior a un equipo torpe y temeroso. En la reanudación el Zenit se presentó con una defensa de cinco hombres que intentó cerrar todos los huecos a disposición de los rojiblancos durante la primera parte. La nueva estrategia pareció dar sus frutos: el Zenit iba ganando metros y siempre más a menudo se presentaba cerca de la portería de Courtois. En el minuto 56’ la primera gran ocasión para los rusos, con Dany que con un gran cabezazo la tiró por poco fuera.
Pasaron otros dos minutos y, de repente, se despiertó Hulk, que marcó un golazo de larga distancia. Es el gol que no te esperas y que podría cambiar repentinamente el partido. Sin embrago, la travesaña de Kerzhakov, unos minutos después, será la última jugada de relievo del equipo campeón de Rusia.
El gol de Ardua Turan devuelve al partido la fisionomía de la primera parte. Falta todavía un pequeño detalle para celebrar a lo grande el regreso a la Champions League. El Cholo “mago” Simeone mete en campo a Baptistão que al minuto marca su primer gol oficial con el Atlético, el tercero y definitivo que cierra el resultado del partido.
Todo vuelve a la normalidad, el Calderón se convierte nuevamente en un gran escenario en fiesta. Atlético, ¡eres Champions!