de Laura Rubio Campoy (proyecto EnREDados).

El atlas de los lugares malditos, escrito por los autores Oliver Le Carrer y Sibylle Le Carrer y publicado en 2015, es un libro que recoge una descripción de cuarenta lugares malditos alrededor de todo el mundo, cada uno acompañado de su leyenda.

 

Por lo que podemos observar, el libro tiene un título algo misterioso y por esa razón toda persona que en algún momento lo ve en una biblioteca o librería se siente atraída por la curiosidad y se acerca a ojearlo.

El libro, basado en hechos reales, trata sobre los lugares malditos más famosos de la historia, de los cuales la mayoría se han recreado en muchas películas.

Vamos a empezar analizando los más llamativos:

Para empezar, comenzaremos hablando sobre el caso de Amityville. Este lugar maldito es una casa. La casa maldita de Amityville, situada en el número 112/108 de Ocean Avenue, es un edificio grande de tres pisos y a ‘cuatro vientos’, cubierto por tejas oscuras y actualmente fachada blanca. En esta casa vivía la familia Defeo, compuesta por un matrimonio con cinco hijos, allá por el año 1951. El hijo mayor del matrimonio, Ronald Defeo, sufrió una noche un ataque psicótico y asesinó a todos los miembros de su familia mientras dormían, manifestando que el demonio le había dicho que tenía que hacerlo. Si intentamos guiarnos por la razón, podemos pensar que esta persona sufrió en un momento dado este ataque que fue lo que le llevó a cometer el asesinato. Sin embargo, si creemos en historias de fantasmas, todo esto resulta un poco más aterrador.

La casa estuvo en venta mucho tiempo, hasta que una nueva familia la compró. Esta afirmó que la casa estaba “endemoniada” e incluso llegó a llamar a sacerdotes para que estos realizaran un exorcismo. Numerosos investigadores se han adentrado en estas escalofriantes paredes y han conseguido tomar imágenes en las que podemos observar cosas relativamente extrañas como la aparente sombra de lo que parece ser una persona, o una imagen de la escalera donde se pudo encontrar la cara de un niño apoyado en esta y de posible parentesco a uno de los hermanos pequeños de Ronald Defeo. Actualmente la casa está habitada y por el momento la familia que reside allí vive tranquilamente.

En cuanto a Ronald Defeo, fue juzgado y condenado por las muertes de su padre, Ronald Defeo, de 43 años, su madre Louise Defeo, de 42 años, sus dos hermanos, Marc, de 12 años y John Matthew de 9 años, y dos hermanas: Dawn de 18 años y Allison de 13 años. El juicio comenzó el 14 de octubre de 1975, casi un año después de la tragedia, en el cual Ronald Defeo afirmaba oír voces que le decían lo que tenía que hacer. Posteriormente se descubrió que el sujeto consumía drogas, específicamente heroína y LSD y que estaba perfectamente consciente en el momento del crimen. Finalmente, fue condenado a cadena perpetua. Actualmente, Ronald Defeo se encuentra en Green Haven Correctional Facility, Beekma, Nueva York, y continúa cumpliendo cadena perpetua.

Otro de los lugares malditos más tenebrosos, es el llamado bosque de los suicidios. Este bosque se ha hecho muy famoso últimamente gracias a la película homónima “El bosque de los suicidios” dirigida por Jason Zada y protagonizada por Natalie Dormer. Sin embargo, la historia de este extraño lugar tiene muchísimo más tiempo. El bosque está situado en Aokigahara, Japón. Lo extraño y tenebroso de este lugar es que se han podido encontrar más de 1000 cadáveres de personas que se han suicidado. Según cuenta la leyenda, una vez te adentras en el bosque, te sientes atraído por los espíritus que habitan en él y entonces te suicidas para unirte a ellos. Sin embargo, la teoría real, la que suele creer todo el mundo gira entorno a una explicación política. En Japón si alguien se suicida y esta muerte conlleva desperfectos como por ejemplo tirarse a las vías de un tren y que este se rompa, las consecuencias las tiene que pagar la familia del suicida. Por eso, la gente se dirige hacia el bosque para poder suicidarse y morir tranquila sin que su familia tenga que acarrear con las consecuencias.

No obstante, los habitantes de Japón suelen creerse las leyendas y así podemos observar numerosos carteles distribuidos por todo el perímetro que rodea el bosque en el que te advierten de que no debes adentrarte en este lugar o sufrirás las consecuencias de ello.

El tercer lugar maldito nos lleva a un pequeño faro situado en la isla de Eilean Mor, una pequeña isla escocesa. La historia de este faro aún está sin resolver. Antiguamente, cada faro era ocupado por tres fareros que vivían en él unas semanas y luego su turno era sustituido por otros compañeros. Y eso fue lo que pasó el 26 de diciembre de 1900. Joseph Moore se dirigía a la isla para sustituir a James Ducat, el guardián principal, Thomas Marshall, ayudante de este y William McArthur el tercer asistente. Esa noche estos tres fareros iban a ser devueltos a sus casas, pero no fue eso lo que pasó. Cuando el barco de Joseph se aproximaba a la costa, lanzó una bengala y no hubo respuesta. Desembarcó y se dirigió hacia el faro y lo único que encontró allí fue todos los relojes parados a la hora de comer, la cena puesta en la mesa, una silla volcada y las lámparas consumidas. Así, se abrió una investigación para descubrir los hechos pero solo se pudo deducir una teoría diciendo que los hombres habían muerto por una fuerte tormenta que azotó la isla y sus cuerpos se los llevó el mar. Tiempo después se automatizó el sistema y fue controlado por un ordenador por lo que ya no hacían falta los fareros, cosa que estos agradecieron.

Este libro recoge, al igual que estos, otros 37 lugares malditos acompañados cada uno de su historia. ¿Te atreverás a visitar alguno?